El Teatro de los Estados (Stavovské Divadlo), uno de los edificios de teatro históricos más hermosos de Europa, y famoso porque Mozart estrenó (y dirijió) en él su ópera Don Giovanni en 1787, fue construido por encargo del aristócrata František Antonín Conde Nostitz Rieneck. Éste quería engrandecer tanto su ciudad natal como el alma de sus habitantes; de ahí el lema que figura en la fachada principal “Patriae et Musis” (a la patria y a las musas). Las obras de construcción duraron menos de dos años y contaron con el apoyo de José II de Habsburgo, inaugurándose el teatro, bajo el nombre de Teatro Conde Nostitz, el 21 de abril de 1783 con la tragedia Emilia Galotti del dramaturgo alemán Lessing.
Construido en estilo neoclásico es, a excepción del de Leoben (Estiria, Austria), el único teatro en Europa de su tipo que ha conservado su aspecto original hasta la actualidad.
En 1798 el Estado Checo adquirió el teatro, el cual pasó a denominarse Real Teatro de los Estados. Posteriormente, en 1862 se inauguró el Teatro Provisional, en el que las representaciones eran en checo, y el Teatro de los Estados se dedicó a obras en alemán, cambiando nuevamente su nombre a Teatro Real Provincial Alemán. De 1920 a 1948 (excepto durante la ocupación de la II Guerra Mundial) el Teatro fue denominado de nuevo Teatro de los Estados, siendo una parte del Teatro Nacional y dedicándose especialmente a obras de teatro. En 1948 su nombre cambió de nuevo, esta vez por el de Teatro Tyl (en memoria de uno de sus directores, gran impulsor de la cultura checa) y, en 1990, tras 8 años de reconstrucciones, recuperó su nombre histórico, Teatro de los Estados.
El fundador del Teatro de los Estados, Nostitz, era un alemán nacido en Praga, patriota orgulloso del pasado del Reino de Bohemia. Construyó el Teatro con la intención de producir dramas alemanes y óperas italianas, si bien no rechazó obras en otros idiomas. El alemán fue el idioma en el Teatro de los Estados hasta 1920. Además de las producciones en alemán, también se representaron obras en checo desde prácticamente su apertura, desde 1785, si bien de forma esporádica; a partir de 1812 las representaciones en checo tuvieron lugar las mañanas de los domingos y festivos, cuando eran más bien una cuestión política. Por ello, tras la derrota de la revolución de 1848 se decidió crear un Teatro Nacional.
El Teatro de los Estados está vinculado permanentemente con el nombre de Wolfgang Amadeus Mozart, quien pasó varias temporadas en Praga. Fue aquí donde, además de interpretarse muchas de sus óperas y dirigir él mismo Las bodas de Fígaro, estrenó dos de ellas: Don Giovanni (el 29 de octubre de 1787) y La Clemencia de Tito (el 6 de septiembre de 1791, tres meses antes del fallecimiento de Mozart, con motivo de la coronación de Leopoldo II como rey de Bohemia).
Todavía en la actualidad se da gran importancia a las obras de Mozart, si bien después de la restructuración del Teatro Nacional se empezaron a representar más obras de ballet en el Teatro de los Estados.
Y, en relación todavía con Mozart, hay que señalar que, en 1984, se rodaron algunas de las escenas de la famosa y premiada película Amadeus en el Teatro de los Estados. Gracias al dinero obtenido por esta colaboración, se llevó a cabo una gran restauración que fue terminada en 1990.
Por último, importante es el hecho también de que aquí se estrenó el 21 de diciembre de 1834, la obra Fidlovačka de Josef Kajetán Tyl, cuya canción Kde Domův Muj? (¿Dónde está mi hogar?), con música de František Jan Škroup y letra de Josef Kajetán Tyl, se convertiría en 1992, tras la disgregación de Checoslovaquia, en el himno nacional de la recién nacida la República Checa.
A lo largo de su historia, el Teatro de los Estados ha atraído a importantes artistas internacionales, tales como Carl Maria von Weber, Angelika Catalani, Niccolo Paganini, Arthur Rubinstein, Carl Goldmark y Gustav Mahler entre otros.
El interior neobarroco, con un aforo para 600 personas, destaca por su estupenda acústica y su belleza.
Ovocný trh 540/1,
110 00 Praha Staré Město