Publicado originalmente en inglés y en francés en Estados Unidos el 6 de abril de 1943, la historia de El Principito ha sido adaptada a casi todas las otras formas artísticas, incluyendo el teatro, la ópera e incluso el ballet.
El Principito es un cuento maravilloso que contempla el significado y el propósito del amor. Es a la vez una obra de ciencia ficción y una quasi-autobiografía, un cuento de hadas y un tratado filosófico, un libro que se ha convertido en un mito contemporáneo. El narrador del Principito es un aviador perdido en el desierto africano; su autor, Antoine de Saint-Exupéry, también piloto, desapareció un año después de que su obra llegase a las estanterías de las librerías, cuando realizaba un vuelo de reconocimiento durante la II Guerra Mundial.
Después de cuidar a la única rosa de su propio mundo, el Principito va de planeta en planeta, encontrándose con una serie de adultos cuyas actividades fútiles esconden la soledad de la que todos sufren. Al llegar a la Tierra, conoce a un zorro que le revela una simple verdad que le ayuda a encontrar su lugar en el universo.
El homenaje que el Teatro de Marionetas de Salzburgo rinde al Principito les da la oportunidad de ver de cerca a todos sus maravillosos personajes, como un rey, un hombre vanidoso, un borracho, un hombre de negocios, un farolero y un geógrafo. Y el arte del titiritero podría ser el mejor medio para comprender el mensaje fundamental del Principito.
La historia, desde el principio, nos recuerda la importancia de conservar nuestro niño interior para ver la verdadera esencia del mundo que nos rodea. De la misma manera, cuando los títeres del Teatro de Marionetas de Salzburgo toman vida, lo único que tenemos que hacer es imitar a nuestros propios hijos y olvidarnos de que están hechos de madera, alfileres, tela e hilos para que se hagan reales en nuestra imaginación.