Axel an der Himmelstür, R Benatzky

A menudo, el arte imita la vida pero, ¿con qué frecuencia sucede al revés? Aunque parezca increíble, algunos de los escritores y actores de la producción original de Axel an der Himmelstür (Axel en la puerta del paraíso) de Ralph Benatzky, incluyendo a la protagonista femenina, se convirtieron en su propia vida, y de muchas maneras, en los personajes que interpretaron sobre el escenario.

Zarah Leander, en el papel de la diva de Hollywood Gloria Mills, causó tal sensación en el estreno de la opereta en Viena el 1 de septiembre de 1936, que se convirtió ella misma en una estrella de cine. Y un poco como los productores pendencieros de la ficción de su obra son exiliados vieneses, Benatzky dejó Austria tras firmar un contrato con la Metro-Goldwyn-Mayer (MGM) justo antes del estallido de la II Guerra Mundial; un elemento de auto-parodia en el que seguramente el compositor pensó con una sonrisa irónica cuando llegó a América.

En la historia, Axel es un reportero desesperado por obtener una entrevista con Mills, que impulsará o terminará con su carrera. Pero descubre que todos sus esfuerzos se ven frustrados por la actriz y los chanchullos de los magnates del estudio. La trama y, sobre todo, las canciones, entre las que encontramos un blues (Gebundene Hände), un tango (Mein schönes Fräulein, gute Nacht) y, el más conocido de todos, un jodeln o tirolesa (In Holly-Holly-Hollywood), parodian de manera hilarante cualquier intento que pudiésemos hacer por catapultar nuestra carrera aprovechándonos de la posición de otros.

Para componer Axel an der Himmelstür Benatzky se inspiró en la película Grand Hotel de 1932 y basó su caracterización de Mills en la interpretación de Greta Garbo; es en dicha película que podemos escuchar su famosa frase “Quiero estar sola.” Los espectadores que vieron a Zarah Leander en el estreno de la opereta en el Theater an der Wien, se dieron inmediatamente cuenta de la conexión con la gran actriz hollywoodiense, a la vez que se quedaron fascinados por la voz de esta cantante: una contralto en un género donde las heroínas son invariablemente sopranos o mezzosopranos.

Axel an der Himmelstür, es mucho más que una obra de época y bien merece la pena descubrirla en su regreso a la Ópera Popular de Viena. Nos ofrece, de hecho, una visión tentadora de lo que podría haber pasado si no hubiera sido por la guerra: un mundo que habría visto a la opereta vienesa seguir prosperando junto con el entonces todavía joven arte del cine.

Reservas:

Para reservar una entrada, vaya a la pestaña Programa y seleccione la fecha y el horario deseados.




Su pedido
No se ha realizado ningún pedido.
Búsqueda